15 de enero de 2013

Ojo crítico

Veamos.

Tanto de qué hablar, tanto qué criticar (de mi parte), y ni sé por dónde corno empezar...

Algunos de los tópicos que me tientan mucho es... qué pasa con nuestra generación, sí, esa que tanto nombran los viejos como si fuera una cerveza Quilmes nueva... o las prostitutas del Facebook ya casi extintas y no tan extintas... o la moda de creerse "videoblogger" (¡Por favor! ¿Ahora se traen de afuera hasta las palabras?)... o los caretas de siempre, esos que sin ellos no podríamos vivir...

En fin, mucho de qué hablar, y yo acá, como un pelotudo, sigo escribiendo, alargando caracteres y párrafos sin sentido, donde cualquiera que lea esto pensaría que me abrieron la cabeza con un Black&Decker...

No sé, quizá un café más, y quién sabe si en 5 minutos no me estoy durmiendo como pasa todos los días... Ya hace semanas que no me alimento bien, ni duermo bien, es casi como cualquier otro período vacacional que tenía después del colegio... Ah... santas épocas y no tan santas también... se va a extrañar todo eso.

Es 15 de Enero del 2013 (vaya qué feo año, no me gusta para nada). Esperar a rendir en Marzo para la universidad pareciere de larga la espera como el alargamiento mediante efectos visuales del tren en una película como Matrix.

Y ahora me planteo rascarme. Rascarme mucho. Empecé escribiendo algo que parecía lindo e inteligente y ahora parezco un nabo de 34 años que vive su vida normal.

Qué lindo. Quiero café.

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